¿Sabías que las algas pueden ser señal de una fuga en tu piscina? Si tu piscina presenta un crecimiento excesivo de algas, incluso tras aplicar tratamientos químicos, podrías estar frente a un problema más profundo. Las algas y las fugas de agua en piscinas están estrechamente relacionadas, ya que una fuga puede alterar el equilibrio químico y facilitar su aparición.
🧪 ¿Por qué las fugas favorecen las algas?
Las fugas en una piscina generan una pérdida constante de agua tratada. Esto cambia los niveles de cloro, pH y otros químicos, creando un ambiente inestable. Las algas aprovechan ese desequilibrio y se reproducen con facilidad, afectando la estética y la salubridad del agua.
🔍 Señales para detectar una fuga
Antes de culpar a los productos químicos, presta atención a estas señales que pueden indicar una fuga:
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Nivel de agua que baja más de lo normal.
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Presencia de algas verdes en las mismas zonas.
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Humedad persistente alrededor del perímetro.
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Incremento en el consumo de productos sin resultados visibles.
Estas pistas podrían estar revelando una conexión entre las algas y las fugas de agua en piscinas.
🧴 Prueba del balde: un método sencillo
Coloca un balde con agua sobre el primer escalón de la piscina. Marca el nivel del agua en el balde y en la piscina. Espera 24 horas. Si el nivel de la piscina baja más que el del balde, hay una fuga.
🛠️ Solución profesional: clave para evitar daños mayores
Detectar una fuga a tiempo no solo previene la proliferación de algas, sino también posibles daños estructurales. Los especialistas pueden usar pruebas hidráulicas o tintas de detección para identificar el origen exacto del problema y repararlo de forma duradera.
La relación entre algas y fugas de agua en piscinas es más común de lo que se piensa. Si los tratamientos no funcionan y las algas regresan, es hora de buscar la causa raíz. Actuar rápido puede ahorrarte grandes dolores de cabeza… y mucho dinero.
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