Las piscinas son un oasis de relajación y diversión, pero cuando se enfrentan a fugas, pueden convertirse en una fuente de estrés y gastos inesperados. Identificar y abordar estas fallas a tiempo es crucial para mantener la integridad estructural y conservar el agua.
¿Cuáles son las fugas más comunes en una piscina?
- Grietas en la estructura de la piscina: a veces, el desgaste y la edad pueden resultar en grietas diminutas que permiten que el agua se escape. Estas pueden desarrollarse debido a cambios en la temperatura, asentamiento del suelo o tensiones estructurales.
- Plomería defectuosa: tuberías con accesorios defectuosos pueden causar fugas de agua donde no debería. Estas pueden ser difíciles de detectar, ya que a menudo están ocultas bajo tierra o detrás de las paredes. Sin embargo, una disminución inexplicable en el nivel del agua de la piscina puede ser un indicio de un problema.
- Sellos desgastados: con el tiempo, los sellos alrededor de los accesorios de la piscina, como los skimmers y los desagües, pueden degradarse debido a la exposición a productos químicos, rayos UV y el paso del tiempo. Cuando estos se desgastan, pueden desarrollar fugas, permitiendo que el agua se escape lentamente.
- Roturas en el forro: En el caso de piscinas revestidas de vinilo, las lágrimas o perforaciones en el revestimiento pueden ser problemáticas. Estas roturas pueden ocurrir debido a objetos afilados, desgaste o instalación incorrecta del revestimiento. Es importante repararlas de inmediato para evitar daños adicionales.
Ahora que conoces cuáles son las fugas más comunes en una piscina, sabrás que detectar y repararlas puede ser un desafío, especialmente cuando las fallas son pequeñas o están ubicadas en áreas difíciles de alcanzar.
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