Cómo preparar tu piscina para el huracán

Si vives en Florida o zonas costeras, sabes que la temporada de huracanes es una realidad con la que hay que convivir. Preparar tu hogar es fundamental, pero ¿sabes cómo preparar tu piscina para el huracán? Tomar las medidas adecuadas puede evitar daños costosos en la estructura, el sistema de filtración y el agua.

Aquí te dejamos cómo preparar tu piscina para el huracán, durante y después de una tormenta fuerte.

1. Comienza la preparación con anticipación

Tan pronto como se pronostique un huracán, revisa la piscina y su equipo. Esto te dará tiempo para hacer ajustes y prevenir daños innecesarios.

Acciones recomendadas:

• Retira muebles, juguetes y accesorios flotantes.

• Guarda bombas portátiles, limpiafondos automáticos y cualquier elemento suelto.

• Apaga y desconecta el equipo eléctrico.

2. Ajusta el nivel del agua

A diferencia de lo que muchos piensan, no se recomienda vaciar la piscina antes de un huracán. El agua ayuda a contrarrestar la presión del suelo y evita que la estructura se dañe. Solo reduce ligeramente el nivel para dejar espacio al agua de lluvia.

3. Trata el agua antes de la tormenta

Añade un tratamiento de choque con cloro o producto equivalente para mantener el agua desinfectada durante la tormenta. Esto reducirá el crecimiento de algas y bacterias si el sistema de filtración queda apagado por varios días.

4. Protege el sistema de filtración

El motor y el filtro son vulnerables al agua y los escombros. Protégelos con fundas impermeables o plásticos resistentes, asegurando que estén bien sellados.

5. Inspecciona después del huracán

Cuando pase la tormenta, revisa:

• Si hay daños en la estructura o azulejos.

• Si el nivel de agua bajó demasiado (podría ser señal de fuga).

• El estado del equipo de filtración y bombas.

En caso de encontrar problemas, contacta a un profesional para evaluación y reparación.

Saber cómo preparar tu piscina para el huracán es clave para evitar gastos innecesarios y prolongar la vida útil de la estructura y el equipo. Unos simples pasos preventivos pueden ahorrarte miles de dólares en reparaciones.