Reparar una fuga en la piscina por cuenta propia puede parecer una solución rápida y económica, pero en muchos casos termina siendo más costosa a largo plazo. Así que hoy queremos comentarte con toda la experiencia que tenemos cuales son los errores comunes que debes evitar en tu piscina al intentar descubrir una fuga.
Uno de los errores más comunes es aplicar selladores o siliconas sin haber localizado con precisión la fuga. Estos productos pueden dar una falsa sensación de solución, pero si no se trata la causa raíz, la fuga seguirá activa.
Otro error frecuente es vaciar completamente la piscina sin necesidad. Esto puede generar presión desbalanceada entre el interior y el suelo, causando grietas o desplazamientos estructurales, sobre todo si hay mucha humedad en el terreno.
También es común utilizar kits genéricos sin saber si son compatibles con el tipo de revestimiento (vinilo, fibra de vidrio, gunite, etc.). El resultado puede ser un daño mayor en la superficie o reparaciones temporales que fallan rápidamente.
Además, muchos propietarios subestiman el riesgo de una fuga oculta en el sistema hidráulico o en el retorno del agua. Sin herramientas profesionales como pruebas de presión o equipos de ultrasonido, es casi imposible detectar el problema real.
Incluso si logras encontrar la fuga, repararla adecuadamente requiere materiales específicos y conocimientos técnicos que solo un profesional puede garantizar. Un mal sellado o una reparación incompleta pueden provocar filtraciones más grandes y costosas con el tiempo.
Si bien es comprensible querer ahorrar dinero, intentar reparar una fuga sin experiencia puede salir mucho más caro. Lo mejor es consultar con expertos que puedan detectar y reparar el problema de forma precisa, sin dañar tu piscina. Si tienes las sospechas de que en tu piscina hay una fuga nosotros te ayudamos, contáctanos ahora para más información al 305-484-4784 o haz clic aquí
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